domingo, 30 de noviembre de 2014

Las manchas lunares.


  1. En una versión, Kujancham[1] (el zorro) tiene la conducta de un niño travieso. Quiso coger la luna para jugar con ella como con una bola, y se quemó las manos. De ese modo nacieron las manchas de la luna. 
  2. En otra versión, Kujancham era un enamorado jactancioso y quiso regalarle la luna a su prometida. Subió por un bejuco que unía el cielo con la tierra y tomó la luna, pero se quemó las manos. 
  3. Kujancham quiere coger a Nantu[2] (luna) para entregarle a su esposa Aúju[3], que permanecía en la tierra, pero al cogerla se quemó las manos y cayó a tierra. Etsa (Sol) lo maldijo y desde ese momento se transformó en zorro y comenzaron a existir éstos. Los ancianos llaman “dedos de zorro" a las manchas lunares, porque son las huellas de sus manos quemadas. 
  4. Antiguamente había una familia que estaba formada por los padres, una hija y un hijo. Cuando ya eran adolescentes, una noche la hermana sintió que alguien la abrazaba. La muchacha, preocupada, le contó a su madre todo lo que ocurría. La madre le indicó que, para conocer quién era el desconocido, que le pintara la cara con el huituc[4] . A la noche siguiente, cuando la muchacha sintió que la abrazaban le pintó la cara; pero al día siguiente el hermano, por vergüenza, había desaparecido. El hermano se fue a vivir en una isla y ahí comenzó a construir una escalera para huir al cielo. Así lo hizo. Su hermana también quiso seguirlo, pero no pudo hacerlo porque la falda se le caía a cada instante. El joven se convirtió en la luna y por el huituc que le pusieron tiene la cara manchada. En cambio la hermana se convirtió en iluku o búho, ave que llora cuando la luna sale. Su cántico es ¡iluuuku!, ¡iluuuku! (Quichuas del Napo). 
  5. Otra versión dice lo siguiente: En tiempos pasados, la luna era un hombre casado que vivía en la tierra. Cuando quiso ir al cielo, su mujer debía acompañarlo, pero no terminó de ponerse el cinturón y, por ello, el hombre se fue solo. La mujer quiso detenerle y le cogió con las manos. Le pasó éstas por la cara, con sus dedos manchados de huito. De ahí vienen las manchas que se ven en la luna. Cuando hay luna llena, hasta hoy día puede oírse cantar un pequeño pájaro “eluco” en la selva. Es la mujer que llama a su marido. (cultura Quijos)

[1] Kujancham, zorro del oriente, zarigüeya.
[2] Nantu, la Luna, en shuar, masculino.
[3] Aúju, ave nocturna que canta cuando sale la luna.
[4] Genipa americana, llamada súa entre los shuar. Es una fruta usada para teñir la ropa y los cabellos de negro. Las mujeres shuar la usan para pintarse la ornamentación tradicional, consistente en algunas líneas horizontales que cruzan la cara, y otras rayas rotas que unen en forma de zigzag las horizontales.